Cap. 26 para mi el primero...

-stu, tengo miedo… -le dije sin dejar de mirarlo

-¿Por qué Gina?

-no se… me da miedo dejarme llevar por mis sentimientos –él me sonrió

-¿me quieres decir qué?...

-creo que si stu, creo que también yo te… siento algo por ti –el comenzó a reír

-¿en serio? Pero dímelo bien, no ibas a decir eso, anda dímelo –me miraba insistentemente

-stu yo… creo que te amo –mire el piso súper avergonzada, sentí como me sonrojaba

-me haces el hombre más feliz de la tierra –me dijo al oído. Comenzó a besar mi mejilla hasta llegar de nuevo a mis labios, nos besamos lentamente durante varios minutos, me sentía tan extraña, no podía creer que stu antes lo veía como mi mejor amigo y ahora lo veía como hombre, sentía que lo quería con todo mi corazón, nos sentamos en mi cama sin dejar de besarnos, me comenzó a acariciar más intensamente, sentí miedo pero estaba segura que stu no me haría el mismo daño así que me deje llevar, si stu y yo lo hicimos, sentí que esa fue para mí la primera vez, la verdadera primera vez. Después de eso nos quedaríamos profundamente dormidos, hasta que el golpe de la puerta de la entrada nos despertaría

-¡llego mi abuela! –grite levantándome de golpe casi pasando por arriba de stu, tome mi ropa y me la puse

-colmate Gina, no creo que suba, nunca lo ha hecho –me dijo sentándose en la cama, en eso la escuchamos hablarme

-Gina ya regrese ¿estás aquí? –escuche que subía las escaleras, quería que la tierra nos tragara a mí y a stu

-¡viene para acá! –lo mire aterrada, el rápidamente se metió al ropero como pudo y yo lo cerré, trate de medio acomodar mi cama para que no se notara mucho el desorden y me senté en mi mesa de tarea, escuche que tocaba la puerta y que la abría lentamente, estaba casi segura de que lo percibiría, a ella nunca se le escapaba una

-Gina ¿Por qué no me contestas? –entro al cuarto, yo me moría de nervios

-no te escuche llegar, estoy muy atareada con esto –le dije sin dejar de mirar el libro, pues si la volteaba a ver, mi mirada le diría todo, escuche un gran silencio por parte de ella después de mis palabras poniéndome en un gran nerviosismo

-¿pasa algo Gina? – ¡maldita sea! ¿Cómo demonios lo percibía?

-no Nani, ¿Por qué? –la mire tratando de insinuar tranquilidad

-no por nada –miraba a todas partes como buscando algo fuera de lo normal pero no encontró nada así que salió de mi recamara, sentí que el alma me volvía al cuerpo

-¡uuuff! Ya puedes salir stu –me acerque al ropero para ayudarlo a salir

-creí que nos descubriría –me dijo mientras salía

-también yo –aun sentía que las piernas me temblaban, de repente stu me abrazaría fuertemente haciéndome caer y el también caería sobre mi

-¡stu! Me tumbaste –ambos nos reíamos

-nunca me imagine que sentiría esto por alguien –me miraba con mucho cariño

-yo menos stu –volvió a besarme

-¡ya stu! Si no nuca terminare mi tarea –lo hice a un lado

-¿te ayudo? –miro mis dibujos

-gracias pero tengo que hacerlos yo si no nunca aprenderé a hacerlos –dije con enfado

-eres muy buena Gina, me impresionas –tomo uno de mis dibujos

-mira quien me lo dice, el alumno prometedor, el que todos los maestros felicitan tanto –le dije con mucho acento

-vamos Gina también tu eres una alumna ejemplar –me dijo entre risas

-no stu, yo no, pero tu… llegaras lejos estoy segura, serás alguien muy importante –lo mire fijamente

-ambos llegaremos lejos, porque quiero estar con tigo toda mi vida –se acercó a mi dejando mis dibujos en la mesa

-vas muy rápido ¿no stu? –me reí

-vamos rápido –me dijo mientras miraba la cama, yo me sonroje

-no sé que me paso stu, antes ni siquiera me hubiera podido imaginar hacer eso, pero no sé que me diste que me deje llevar –me abrazo

-es que me amas Gina, eso es todo, me amas –tal vez tenía razón, lo amaba y por eso me entregue a él

-debo irme, quede de ir con John a uno de sus ensayos y ya casi es hora –me dijo mientras miraba su reloj

-stu, te pido de favor que no hables de esto con nadie –le dije apenada

-descuida preciosa, esto es algo tan intimo que quedara entre tú y yo solamente –me beso delicadamente

-te veo mañana, vendré por ti para irnos juntos, te amo –me giño un ojo y se acercó a la ventana, me sentía en las nubes