lunes, 12 de marzo de 2012

Cap. 28 todo parece un sueño...

-si stu, claro que si –nos besamos sin importarnos los demás, John tosería un poco para que nos despegáramos, fue algo bastante bochornoso para mi

-si John, ya somos novios –stu respondió a la pregunta de John, el comenzó a reír

-espero que sean felices chicos, stu que afortunado eres en verdad yo lo intente pero perdí, ahora me tengo que ir, George ¿nos vamos? –decía Paul algo triste pero sonriente para tratar de ocultarlo

-si Paul, vámonos, hasta luego chicos –se despidió de nosotros dejándonos a John, stu y a mi solos, después de caminar varias cuadras charlando con John y de la mano de stu él se despidió

-bueno no quiero hacerles mal tercio, aparte Mimí me espera desde hace media hora –miro su reloj

-está bien John, te veo mañana –le dijo stu

-nos vemos John –me despedí

-hasta luego, y no hagan cosas buenas que parezcan malas –nos miro sonriente… pff si supiera…

-descuida John, vete tranquilo –le dijo stu, entonces John se fue alejando de nosotros

-¿Te acompaño a tu casa? –me pregunto

-está bien, gracias –dije sin mirarlo pues me sentía muy nerviosa

-¿pasa algo? –busco mi mirada

-nada stu, no tengo nada –dije sonriente

-creo que ambos estamos nerviosos –dijo sin mirarme, yo me comencé a reír. Al llegar a mi casa me despedí de el tiernamente

-nos vemos mañana stu –le decía tímidamente, él se acercaría a mí y me tomaría por la cintura para besarme

-hasta mañana Gina –me miro fijamente, su mirada me hacía temblar, era el rostro más lindo que había visto en mi vida, podría pasar horas viendo su hermoso rostro, comencé a caminar hasta la puerta de mi casa, la abrí y antes de cerrarla me despedí una vez más de él para después cerrarla

-¿de qué te ríes? –me pregunto mi abuela al verme en la puerta con una sonrisa

-amm… de un chiste que me conto stu, me lo encontré y me acompaño hasta acá –fue una mala mentira

-si claro Gina, bueno me iré a dormir, solo esperaba a que llegaras, hasta mañana –beso mi frente y subió las escaleras, me quede ahí escuchando como subía los 16 escalones y como abría y cerraba la puerta de su recamara, entonces yo subiría a la mía. Al entrar no encendí la luz, entre sin ver por dónde iba hasta que sentí la cama, me senté en ella y comencé a desvestirme para ponerme mi pijama, en eso sentí que alguien acariciaba mi espalda haciéndome pegar tremendo grito

-¡shhh! ¡¡Soy yo Gina!! No grites –me decía stu mientras me tapaba la boca, yo aun muerta del susto me quede ahí mirándolo

-esta sí que no te la perdono stu –me solté de él y prendí la luz para ver donde estaba mi pijama

-perdón, no quise asustarte –me seguía a donde yo iba, tome mi pijama y me la puse, me gire y lo mire

-¿y qué haces aquí? Ya nos habíamos despedido –le dije seria

-es que no quiero irme de tu lado –me abrazo fuertemente, en realidad tampoco yo quería separarme de él

-pero stu, no puedes quedarte aquí –lo mire

-claro que si puedo –me dijo sonriente –claro si tu quieres –yo no supe que decir, solo sonreí y sin decir nada más apagamos la luz y nos metimos a mi cama, el se quito su ropa y mientras lo hacía yo lo miraba insistentemente, se veía hermoso así sin ropa con los reflejos de la luz de la luna que entraban por mi ventana, me encantaba. Se recostó en la cama y yo puse mi cabeza en su pecho, el me rodeo con su brazo y beso mi cabeza, puse mi brazo sobre su pecho y entrelazamos nuestras piernas

-buenas noches mi amor –me dijo para después quedarnos profundamente dormidos.

Pasaron los días muy rápido, ya era 1958, y habían pasado infinidad de cosas pero hubo algo que marco la vida de John, la muerte de su madre. Eso le afecto muchísimo, ya no fue el mismo desde entonces, la quería demasiado y no podía vivir sin ella, eso se reflejaba en su conducta, era más rebelde que antes y los maestros ya no lo soportaban, hasta tuvo problemas con Cyn, estábamos a nada

de salir del instituto y John se veía ausente, estaba decidido a salirse de la escuela y ninguno de nosotros estábamos de acuerdo con su decisión

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