cap. 10 ¿que demonios pasa contigo?...

-espera Gina, ven vamos al parque –me tomo de la mano y me llevo hasta el parque, nos sentamos en una banca que estaba bajo un gran árbol, yo mire las ramas y suspire, entonces el hablaría
-Gina, no quería decírtelo pues no quería que nuestra amistad se viera afectada, pero ya no aguanto más y si me dejas de hablar lo comprenderé –sus palabras me daban miedo
-dime stu, ¿Qué pasa? –pregunte
-bueno… desde hace tiempo comencé a sentirlo pero hasta el día de ayer pude confirmarlo –se detuvo y yo lo mire extrañada
-Gina tú me gustas, y mucho –yo me levante de golpe y lo mire seria
-¡vasta stu con migo no juegues así! –no iba a permitir que se burlara de mi como los demás chicos que se me trataban de acercar a mi
-¡no Gina claro que no yo sería incapaz! –se levanto y me tomo por los brazos
-en serio me gustas, y no sé cómo fue que me empezaste a gustar lo único que sé es que me gustas y mucho –me quede sin saber que decir, me impresionaban sus palabras
-me moría de celos al ver cómo te miraba Paul y cuando me dijo que le gustabas, y también como mirabas a John
-¿qué Paul qué? –pregunte asombrada por lo que me acababa de decir
-si Gina, le gustas a Paul me lo dijo ayer
-¡suéltame stu¡ -trate de soltarme
-Gina espera por favor
-en serio suéltame –le pedí, entonces él me soltaría
-te lo advierto con migo no se juega, así que olvídate de mí –comencé a caminar hacia mi casa, sentía ganas de llorar pues me sentía utilizada
-¡espera Gina! No estoy jugando con tigo de verdad, pero está bien no volveré a decirte eso –él se paro frente a mí y me bloqueo el paso
-stu, después de esto no podemos seguir siendo amigos por obvias razones –lo hice a un lado y seguí caminando
-sabia que pasaría esto te conozco muy bien, por eso no quería decirte nada –me grito yo ni siquiera lo voltee a ver, seguí mi camino hasta mi casa, entre y subí de inmediato a mi habitación y me mire en el espejo
-¡ese idiota Solo se burla de ti, Mírate eres horrible!! –comencé a llorar pues no podía creer que la persona que más quería en el mundo estuviera jugando con migo, pues simplemente me era imposible creer que yo le gustara. Me quede dormida después de llorar por un rato, y a las 3 de la tarde desperté sobresaltada, mire por la ventana y me pareció ver a alguien sentado en el jardín delantero, corrí por mis gafas y me las puse para volver a ver por la ventana, era stu -¿pero qué demonios hace ahí? –dije molesta volviendo a dejar mis gafas en su lugar, me senté en la cama y segundos después baje con mi abuela
-ya despertaste… -me dijo sin mirarme
-¿Qué hace Stuart afuera? –le pregunte
-esperando a que salgas, ¿Qué ocurrió? –me pregunto mirándome al fin
-nada Nani, me enoje con el por una tontería –le dije mientras tomaba una manzana
-entonces ve a pedirle disculpas anda –me animo
-claro que no, no pienso hablarle de nuevo –dije muy molesta
-pero si me dijiste que era una tontería, entonces eso no tiene mucha importancia –mi abuela sabía perfectamente que no era una tontería, hasta podía jurar que sabia el motivo de nuestro enojo, era muy observadora y me conocía bastante bien
-ya dije, no le hablare –me senté en el comedor y comencé a morder la manzana
-como quieras –me dio la espalda –ocupo que vayas a comprar unas cosas que ocupare para la cena –me dijo mi abuela sin mirarme, valla que sabia como poner de su parte
-¿Yo? –me levante de la mesa
-si tu –me dijo seria
-¡claro que no! Yo no pienso salir mientras este Stuart ahí afuera
-pues entonces no cenaremos –me dijo con una sonrisa
-Nani por favor, no me hagas esto –le pedí pero ella seguía en su postura