Cap. 14 recuerdos dolorosos...

-si Gina lo sé pero mi corazón me traiciona, me encanta tu forma de ser, y muero de celos cuando se te acerca alguien más, me gustas –yo lo mire unos segundos y vi en su mirada mucha sinceridad

-stu todo esto para mi es nuevo, me siento muy incómoda cuando me dices estas cosas, aparte no quiero que me vuelvan a lastimar –le di la espalda y cruce mis brazos

-¿Quién te hizo daño? –me miro algo enojado

-alguien, hace años y no quiero recordarlo…. Suspire pero stu insistiría que le contara

-cuéntame –me tomo de las manos

-eso no stu por favor –mire el piso, el me abrazaría y besaría mi cabeza

-que te hicieron preciosa, que fue lo que te hicieron para que no puedas abrir tu corazón –yo me solté y lo mire, sentí que una lagrima rodaba por mi mejilla

-no llores –me limpio la lagrima

-es que es algo que no se lo he dicho a nadie, ni siquiera mi abuela lo sabe y si te lo digo es seguro que me dejaras de hablar –me senté en la cama y él se sentaría junto a mi

-¡eso nunca! Sea lo que sea yo nunca me separare de ti –me tomo de las manos y nos miramos fijamente

-está bien te lo contare –suspire y el comenzó a escucharme atentamente

-cuando yo tenía 15 años fui a una fiesta de una compañera de la escuela, una de las pocas veces que mi abuela me dejo salir, hubiera deseado que no me dejara ir a esa. Habían muchos chicos de mi edad y estaba uno que me encantaba muchísimo, alguien le dijo que a mí me gustaba y a él se le hizo fácil divertirse con migo, se acercó a mí y comenzó a sacarme platica, yo no lo podía creer, después me dijo que se sentía atraído por mi y comenzó a besarme, después me llevaría a otro lugar más alejado de los demás según él para platicar más a gusto pero no fuimos a platicar precisamente pues él quería aprovecharse de mí, y lo logro… no pude defenderme pues él era mucho más fuerte que yo, grite pero nadie me escucho así que se aprovechó a sus anchas para después al final decirme lo tonta fui, que como creí que alguien se fijaría en alguien tan horrible como yo para después dejarme ahí tirada en el piso, ese día yo me quería morir y a partir de ese día decidí no fijarme en ningún chico y no permitirles que se me acerquen en otro plan que no sea de amistad, por eso stu, por eso te pido que me dejes en paz –me levante y le di la espalda, escuche como suspiraba

-ese maldito imbécil… Gina, yo… -me gire

-vasta stu vete –le dije entre lagrimas

-no yo no me puedo separar de ti y menos ahora –se acercó a mí y me abrazo fuertemente yo intente zafarme pero después sus brazos los sentí como consuelo, juraba que después de contarle eso se iría y no querría volver a saber nada de mí pero al parecer fue todo lo contrario. Me llevo a mi cama y me recostó

-ahora duérmete, se te pasara, yo me iré pero regresare dentro de 2 horas –comenzó a caminar hacia la ventana

-gracias stu pero estoy bien, ya no regreses –le pedí

-claro que si –no pude decirle más porque de inmediato se bajo dejándome a mi sola por completo. De inmediato me quite toda esa ropa y me metí a bañar, trate de borrar mi semblante de que había llorado y baje con mi abuela

-duraste mucho Gina –me decía mientras yo me acercaba a ella

-es que… bueno ya estoy aquí ¿Qué es lo que querías mostrarme? –le pregunte, ella me miraba fijamente tenía miedo que descubriera que había llorado aunque estaba segura que ya lo había notado. Estaba a punto de decirme que era lo que me tenía que decir cuando entro alguien por el jardín trasero