miércoles, 4 de abril de 2012

Cap. 38 ¿en donde te has metido?...


Paso el tiempo, mi abuela regreso y todo ya era como antes creo que me ayudaba mucho que John ya no fuera al instituto, aunque si lo seguía viendo pero ya no era igual. Ellos tocaban en varios clubes de Liverpool y muchas veces fui para ver tocar a stu, aunque el nunca domino el bajo, eso me daba mucha risa.  Un día se me hizo raro que stu no pasara por mí y me preocupe pues creí que estaba enfermo así que decidí que saliendo del instituto iría a verlo a su casa
-¿Dónde esta stu Gina? –me pregunto Cyn al verme llegar sola
-no se, no fue por mi eso me preocupa              
-no te preocupes esta bien, es mas ya que salgamos te acompaño a verlo a su casa ¿de acuerdo? –yo acepte y le agradecí, entramos a nuestras clases pero yo no me sentía tranquila, siempre que iba a faltar me avisaba o me mandaba decir con alguien pero ahora no fue así, las horas se me hicieron eternas pero cuando por fin se llego la hora de la salida Cyn y yo salimos corriendo a casa de stu. Al llegar toque la puerta algo nerviosa, Cyn estaba 3 pasos detrás de mi, se abrió la puerta y vi a la señora Martha, madre de stu
-hola señora Sutcllife, ¿se encuentra stu? –pregunte titubeante, ella no me respondió si o no, solo me invito a pasar y a Cyn también, nos sentamos en la cálida sala que inspiraba confianza y tranquilidad mientras ella iba a la cocina para apagar la estufa donde preparaba la comida, se percibía un aroma exquisito, en eso bajo Joyce, hermana menor de stu quien nos saludo amablemente y se sentó junto a mi, siempre nos habíamos llevado muy bien
-stu esta arriba en su recamara querida –me decía mientras regresaba con nosotras con una toalla en las manos
-¿se encuentra enfermo? –pregunte preocupada
-solo trae un fuerte dolor de cabeza y esta algo adolorido –nos decía mientras miraba la toalla y volvía a la cocina
-¿Qué fue lo que le paso? –me encamine hasta la puerta de la cocina
-anoche, el y John fueron atacados por un grupo de vagos, y a stu lo golpearon muy fuerte en la cabeza –sus palabras me asustaron muchísimo –pero no te preocupes esta bien, solo adolorido –me dijo sonriente
-¿podría subir para verlo? –pregunte cohibida, pues jamás había subido a su recamara, esa extraña creencia de las madres que los novios no deben estar solos en la recamara de alguno de los dos
  -claro que si, espero que ya este despierto, en seguida les subiré te y galletas –me dijo sonriente, entonces subí de inmediato seguida de Cyn y Joyce
-este es su cuarto –nos dijo su hermana mientras abría poco a poco la puerta, entramos a la habitación, era… simplemente como Stuart, lo relacione de inmediato al ver todas sus cosas, él estaba en la cama con un gran cobertor sobre el, ni siquiera se le podía ver el rostro, me imagine que se sentía muy mal
-creo que esta dormido –nos dijo su hermana, en eso escuchamos que alguien pasaba por el pasillo y se detenía justo en la puerta de stu, volteamos y vimos que era Pauline la otra hermana de stu, me miro de mala gana y no me saludo para después bajar con su madre, no sé que pasaba con ella antes los hablábamos muy bien
-bueno las dejo por que tengo que ir con una amiga –se despidió Joyce dejándonos solas a Cyn y a mi, ella me miro sin decir nada y me dijo que me esperaba afuera, salió de la habitación y me acerque a stu poco a poco para no despertarlo, me senté en el bordo de la cama y puse mis manos sobre sus pies lanzando un profundo suspiro, ahí me quede mirándolo como dormía durante mucho tiempo, note unos moretones en su rostro, se giro hacia el otro lado para seguir durmiendo, pero abrió los ojos de golpe, pues había percibido una presencia
-¿Gina? –se sentó
-si stu soy yo, sigue durmiendo te vez… muy lindo haciéndolo –le dije sonriente y el también sonreiría, acaricio mi mejilla sin dejar de sonreír
-¿Qué haces aquí? –me pregunto
-pues me preocupe stu, no fuiste por mi
-si, lo siento no te avise, pero estoy bien
-claro que no estas bien, esos moretes deben dolerte mucho –lo mire
-descuida, esto no es nada en comparación de John –yo me reí
-¿quedo peor?
-si, y no sabes como –seguía riendo
-¿pero como te sientes tu?
-estoy bien Gina, no te preocupes, el dolor que traía ya se me paso, estoy tomando analgésicos que mi madre me dio –miramos los frascos de medicina que estaban sobre su buro
-¿mañana tampoco iras al instituto verdad? –le pregunte
-no Gina, creo que… -se detuvo y se quedo serio mirando las cobijas
-¿crees que? –le pregunte
-creo que ya no regresare –me levante como un resorte al escucharlo decir eso 

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